Bienvenida seas bendita paciencia

Querid@ lector@,

En los últimos años he tenido una serie de vivencias que han aportado su granito de arena al proceso de adquirir paciencia en mi persona. He pensado mucho en aquellos momentos en los que la ansia me invadía por ver terminados proyectos que iba teniendo en mente.

Ese ansia era y sigue siendo producto de la impulsividad y a su vez falta de paciencia. Falta de paciencia a la que la sociedad en la que vivimos contribuye fervientemente cada día educándonos en la cultura del ahora y lo quiero todo para ya.

Con esa mentalidad y cultura perdemos la posibilidad de disfrutar del proceso de lo que estamos haciendo. Vamos que no recuerdo haber disfrutado intensamente del proceso de alguno de mis proyectos. Al menos hasta ahora. Lo digo porque a mi modo de ver la criatura la considero un proyecto de vida junto a su padre.

Ahora con el nuevo miembro en nuestra familia, nada está garantizado, sólo la fe ciega de que todo puede salir bien y que tendremos la capacidad de sortear los retos que esta nueva aventura nos depara.

Reflexionando sobre esto, hago un ejercicio de imaginación aplicando esta aceptación de la incertidumbre a tiempos pasados. La universidad, cuando quise ser emprendedora, cuando comencé cualquier proyecto que no me llevó a ningún sitio o cuando comencé las obras de mi casa.

Cuánto sufrimiento me hubiera ahorrado de ser paciente ante esa incertidumbre, cuando dinero hubiera ahorrado, cuantas discusiones con mi marido, cuánta calidad de vida hubiera ganado…..

Y reflexionando sobre ello decido abrazar cada vez más esa incertidumbre que supone ser madre y de la cual quiero aprender cada día y entender cada vez más que pocas cosas son realmente importantes. Disfrutar cada vez más de la sencillez del silencio frente a una taza de té, apreciar la lotería de la salud o incluso el despertar mismo de cada mañana.

Como ves no es nada nuevo lo que te digo. La paciencia siempre está aquí sentada a nuestro lado esperando a que la tomemos de la mano. La paciencia no es una destreza que se gana y ya está, es una habilidad muy viva porque con el avance de nuestros días siempre hay situaciones que nos dan la oportunidad de entrenarla.

  La paciencia no se puede adquirir durante la noche. Es igual que la construcción de un músculo. Todos los días hay que trabajar en él.

Eknath Easwaran

Solo depende de mi acogerla y ejercitarla así que decido hacer una pequeña lista de acciones para mejorar mi relación con la paciencia. Para que sea algo que pueda conseguir y no me venga arriba escribiendo una lista interminable de objetivos para luego darme cuenta que no he cumplido ni la mitad voy a enfocar mi atención en tres concretas:

En cualquier conversación con una persona tener la paciencia de dejarla terminar antes de pensar en la contestación que le quiera dar. Me permitirá atender de verdad a la persona que tengo en frente sin pretensión alguna, sin ansias de contestar. Este tipo de paciencia me permitirá mejorar la calidad de mis conversaciones y con ello de mis relaciones. Confieso que es un objetivo que llevo en mente hace algún tiempo y me cuesta muchísimo adiestrar.

Concederme entre uno o dos días de reflexión intensa, barajando lo que tenga que hacer, antes de tomar una decisión que considere importante. Confieso que esto lo desprendo sobre todo de la reforma de mi casa donde me di cuenta que tomé decisiones casi de manera impulsiva que me han pasado factura(suerte la mía que sea de esas cosas que te decía antes que tampoco son de vital importancia ya que pocas cosas lo son en la vida).

Humildemente seguir escribiendo durante todo este 2022 en este blog como parte de mi propia terapia de crecimiento personal. Quizás el impacto de estas palabras no llegue ni hoy ni mañana, o quizás lo haga un poco cada día que me siento a escribir. Pero hacerlo con la paciencia como compañera de viaje resultará un ejercicio interesante que me permita tomar conciencia de aspectos fundamentales de la vida que muchas veces vemos olvidados.

Estoy convencida de que la paciencia puede cambiarnos la vida para mejor. Así que me pongo manos a la obra siendo el primer paso el haber escrito estas palabras para reafirmar mi propósito cara a la paciencia.

Ahora sí, querid@ lector@,

Me gusta interactuar con las personas y crear conexiones humanas de las cuales podamos aprender, por eso te pido que reflexiones sobre ello y si te apetece me cuentes qué acciones estas tomando o te planteas tu para tener una buena relación con la paciencia.

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