La recta final para un nuevo comienzo

¡Ahora si!

Pocas cosas ocupan mis pensares salvo la inquietud mezclada con la emoción por la pronta llegada de nuestro hijo. Nuestro hijo….

Silueta de madera de Son Goku con el nombre de nuestro hijo: Daniel

Cuando lo nombro me parece casi irreal estar en esa etapa de la vida donde convertirse en padres ya está a punto de convertirse en una realidad, nuestra realidad.

Quedan días o a lo sumo un par de semanas hasta su llegada, ahora puede llegar en cualquier momento.

No puedo más que sentirme enormemente agradecida porque hasta el momento la suerte me ha acompañado.Digo suerte en cuanto a la salud que me ha tocado y al buen llevar del embarazo que me ha permitido seguir siendo yo y disfrutar del embarazo.

Los días pasan rápido y lento a la vez ,digo rápido porque de verdad me parece que fue hace 4 días que me hice el test y confirmamos que estábamos esperando al que va a ser nuestro primer hijo y lento porque ahora más que nunca estamos esperando su llegada en cualquier momento.

¡Y voila!

Como en un abrir y cerrar de ojos han pasado casi 9 meses entre temores, miedos, inseguridades y conversaciones sobre lo que nos espera. Ahora estamos pendientes de ver cómo será nuestra nuestra vida, de vivirla.

No estoy especialmente nerviosa en cuanto de si sabré desempeñar el papel, esos miedos quizá me vengan una vez lo tenga en mis brazos. Para la cantidad de inseguridades que he tenido a lo largo de mi vida, no sé porque razón en el tema de la maternidad me siento ciertamente preparada. No me malinterpretes, no es que sea yo aquí doña mamá perfecta, pero soy tan consciente que será un camino para el resto de mi vida lleno de tropiezos y desaciertos que lo único que me consuela es la esperanza y la fe de que mi buen querer junto con el de su padre nos hará encontrar el camino que mejor sepamos para criar un ser humano equilibrado y feliz.

Esta nueva etapa supone tener la oportunidad de poner al servicio de la maternidad todo lo que he ido aprendiendo y progresando hasta ahora. Y lo que me queda. Porque está claro que a partir de ahora serán otras lecciones las que la vida me vaya a enseñar y nunca he estado tan tranquila mirando a la cara de la incertidumbre como lo estoy en estos momentos.

¿Es curioso como funciona nuestra mente, no?

En ocasiones nos destroza y nos hace sentir los más débiles sobre la faz de la tierra y en otras nos engrandece y nos inhala la sensación de que somos una especie de superhéroes capaces de comernos el mundo y lo que nos echen.

Esta capacidad de nuestro cerebro me lleva a pensar que no somos ni lo uno ni lo otro. Que las vulnerabilidades están allí, que en ocasiones somos débiles y necesitamos ayuda y en otra somos fuertes y somos quien debemos ayudar al que está en el pozo.

Más allá de cómo nos sintamos una cosa es segura, ninguno podemos considerarnos fuerte o débil, somos una mezcla de las dos facetas y nuestra mente, más concretamente nuestros pensamientos determinan como nos sentimos y por lo tanto, cómo nos tomamos la vida y actuamos ante ella.

Ese es el gran súper poder que tenemos y del que creo que nos tenemos que aprovecharnos en etapas tan exigentes como lo será la ma(pa)ternidad. Esa es la gran habilidad que quizá sea la más importante de desarrollar.

¡Ahora sí!

Estamos en la recta final de que en cualquier momento comience un nuevo principio.

El de la mayor aventura de nuestras vidas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *