Decisión que nos pertenece por ser mujeres

Querid@ lector,

Me despierto después de una noche de casi no dormir, algo entumecida y dispuesta a enfrentar el día con la mejor versión que puedo dar de mí misma hoy dadas las circunstancias de mi falta de sueño. Solo espero hacerlo bien.

Me preparo mi café, saco mi trocito de chocolate reglamentario con el que acompaño el café y me dispongo a revisar brevemente las redes sociales. Entro en Instagram, publico un “story”.

Entro en Facebook y me encuentro el siguiente titular: El feto, especie desprotegida.«Un huevo de águila es ilegal destruirlo. Un embrión humano es legal matarlo por cualquier razón» del periódico ABC.

No voy a entrar en colores políticos muy a pesar de que siguen empeñados en discutir el tema del aborto respaldándose en alguna ideología u otra. Aclaro que yo, ya sea por desconocimiento o insensatez no pertenezco, al menos no de manera intencionada a ningún partido o ideología política de las que se promulgan a mi alrededor. Simplemente no pertenezco. Pero nada tiene que ver esto con un tema que me toca muy adentro: la discusión sobre el aborto.

Primero porque soy mujer y a mucha honra, segundo porque acabo de ser madre y tercero porque me horroriza que alguien que no fuera yo misma pudiera haber decidido por mí en esta materia.

¿Perdona?

¿Estamos comparando un animal con la decisión sobre mi cuerpo, mis circunstancias y mi futuro?

Me gustaría que os imaginéis como sería si de repente obligan por mandato legal si comer o no comer, por poner un ejemplo aunque no estoy convencida de que sea la mejor analogía.

Señoras y señores el tener un hij@ es precisamente asunto mio y de cada una de las mujeres de este mundo a las que pueda afectar, para bien o para mal, según se dé el caso.DE NADIE MÁS.

Con todos mis respetos hacia este señor que se ha proclamado en lo referente a la ley del aborto. ¿Es usted mujer? Porque salvo esa circunstancia, absténgase usted de opinar sobre una situación que no le pertenece.

Queda muy bonito ver a los políticos cómo se llenan la boca diciendo que quieren promover la natalidad pero la realidad es que el sistema no promueve absolutamente nada. Todo lo contrario. Al parecer la única solución que han encontrado para promoverlo es obligando por ley a tener una criatura que a lo mejor no es ni deseada.

Lo veo así de sencillo, si seguimos dejando en manos de los hombres y/o terceros la decisión que por ley natural nos pertenece a las mujeres y como consecuencia se traen al mundo hij@s no deseados o en circunstancias que provocan que las familias sean más infelices que otra cosa, estamos fracasando como sociedad al crear un futuro lleno de personas infelices, llenos de frustraciones derivadas de un embarazo que no se tuvo por convencimiento propio sino por decisión de unos seres ajenos a nuestra realidad.

Soy una madre que ha deseado tener el hijo que tiene, pero me molesta profundamente que tomen decisiones sobre mi cuerpo, simplemente porque me horroriza pensar en las consecuencias que de ello derivaría.

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